La última campaña de la Dirección General de Tráfico no está enfocada en el exceso de velocidad, ni en el uso del teléfono móvil al volante ni siquiera en la utilización del cinturón de seguridad. La nueva campaña de la DGT pide a los conductores que no circulemos por el carril de la izquierda sino que lo hagamos por el de la derecha o del centro.
Podría parecer una tontería, seguro que alguno lo considera así, pero la verdad es que la circulación por el carril de la izquierda, cuando no es necesario, es una de esas cosas que sacan de quicio a más de un conductor. ¿Quién no se ha encontrado con el carril izquierdo colapsado mientras el derecho está vacío creando atascos inútiles?.
Además de esos colapsos incompresibles, cuando la gente decide que para el es más cómoda la circulación por el carril central o izquierdo, cuando el derecho está libre, provoca que a la hora de adelantar tengamos más “problemas” de los que se desprenden de una situación sencilla. Si circulamos por el carril de la derecha a 120 km/h, por que está libre, y de repente no encontramos con un vehículo que circula más lentamente, tenemos dos opciones.
La primera, es la “complicada”. Tendríamos que cambiar hasta en dos ocasiones de carril para sobrepasar a la chicane móvil, para luego tener que volver al carril de la derecha y continuar circulando. La segunda sería continuar con nuestro caminar en el carril de la derecha y sobrepasar al medio estorbo. En ese caso estaríamos cometiendo una infracción, ya que está prohibido, y podríamos ser víctima de una sanción por parte de la Guardia Civil. ¡Si nosotros no hemos hecho nada malo!.
Así que cuando esto ocurre, muchos toman la decisión de continuar circulando por la derecha. Para tener que hacer un slalom cada vez que quiero adelantar, o para jugarme una multa…pues para eso me quedo en la izquierda. Pero como las carreteras no suelen estar vacías, al final lo que pasa es que el carril de la izquierda se llena de conductores que deciden quedarse allí por comodidad.
En vías de únicamente dos carriles, esa forma de actuar provoca las ya conocidas retenciones. En vez de esperar hasta llegar a la altura del camión, autobús o vehículo lento para adelantar y volver a circular por la derecha, nos quedamos en el carril de la izquierda. Mucho más cómodo, y el que venga detrás que apechugue. Cuando seguro que nosotros ya estamos apechugando por que los de delante hacen los mismo. Mal de todos, consuelo de tontos.
Foto | Urbanity.es